El Viernes fue un día negro para la ciberseguridad en las empresas. WannaCry, el ya famoso ransomware, golpeó de forma indiscriminada a empresas de todo el mundo, cifrando sus ficheros y solicitando un rescate por ellos. Gracias a la intervención de dos expertos en ciberseguridad, el avance del virus pudo ser frenado, pero el peligro aún no ha acabado.
Recientes investigaciones han sacado a la luz una nueva variante del temidos virus, WannaCry 2.0. Esta variante habría sido creada sin la opción de «desactivarse», como sí tenía la primera versión, gracias a la cual pudo ser parado.
La nueva versión causa los mismos estragos que su antecesora y aprovecha exactamente la misma vulnerabilidad, por lo que, desde Intec, os recomendamos encarecidamente actualizar vuestros sistemas operativos hasta su versión más reciente, así como instalar un buen software antivirus, preferiblemente con funciones antiransomware, y mantenerlo actualizado.