Debido a la nueva característica implementada en Windows 10, bautizada como Subsystem for Linux (WSL), se ha descubierto una grave brecha de seguridad que permitiría evitar los análisis y monitorizaciones de los sistemas antivirus y antimalware.
WSL permite utilizar la terminal de Linux en equipos con el sistema operativo Windows 10, lo que implica que se puedan ejecutar programas para Linux en Windows.
El problema radica en que los sistemas antivirus y antimalware actuales no están destinados para «comprender» y saber analizar los programas con «código Linux», lo que deja expuestos a los más de 400 millones de equipos que utilizan Windows 10 como sistema operativo.
No obstante, se espera que en los próximos días y semanas las principales marcas de seguridad informática actualicen sus programas antivirus y antimalware para corregirlo.