Unos 5 millones de habitantes de Cataluña fueron llamados a las urnas en el archifamoso referéndum que se produjo el pasado 1 de Octubre.
Independientemente del asunto legal que concierne a este hecho, lo que sí ha quedado de manifiesto es que, las prisas y la improvisación, nunca son buenas consejeras.
Con el censo universal creado para la votación y el pilla-pilla que mantuvo la Generalitat con el Gobierno de España con las páginas web sobre el asunto, 5 millones de personas han visto como sus datos personales circulan por la red con una protección mínima.
Entre los datos personales se encontrarían los últimos 5 dígitos del DNI, la letra del mismo, así como la fecha de nacimiento, código postal y colegio electoral donde votar.
El cifrado con el que cuentan estos datos es tan simple que una tarjeta gráfica potente, de las empleadas para jugar a videojuegos, y ordenadores especializados serían capaces de descifrar los datos de los votantes con un esfuerzo mínimo, dejándolos totalmente expuestos.