La Agencia de Telecomunicaciones Alemana ha clasificado a los smartwatch para niños, o relojes inteligentes, como dispositivos de escucha ilegales y ha prohibido su venta en el país.
No es la primera vez que el país germano hace algo similar. Ya en Marzo de este mismo año os comentamos el curioso caso de la muñeca Cayla, la cual fue prohibida también por un motivo similar.
El motivo de esta prohibición se basa en estudios que afirman que estos dispositivos cuentan con numerosos y críticos fallos de seguridad, los cuales permitirían a un atacante tomar el control del dispositivo y espiar al niño propietario, escuchando sus conversaciones e, incluso, capturar imágen y vídeo.