Si eres agricultor y compraste un
tractor John Deere debes saber que ya hace tiempo que este fabricante bloquea
sus vehículos para que los usuarios no puedan repararlos por si mismos y
tampoco lo haga un taller no oficial de la casa, obligándote a repararlo en
servicios autorizados.
Ante este hándicap la solución
que han buscado los agricultores americanos es ciertamente curiosa: hackean sus
tractores con firmware (programas integrados en los circuitos)
procedente de Ucrania, así se desbloquea la “centralita” del tractor y ya puede
ser reparado por cualquiera.
Mediante la acción de los hackers
conseguiremos que tus dispositivos sean realmente tuyos y no tengas que
depender de un fabricante que tiene “secuestrado” el producto que te ha
vendido.
La actitud de John Deere es un
ejemplo destacable de cómo han cambiado las tornas en una industria que cada
vez busca tener mayor control no ya sobre sus productos, sino también sobre sus
clientes.
Otras empresas más conocidas y con las que mucha gente convive como Apple han
convertido sus productos en casi irreparables por parte de usuarios de a pie.
Los fabricantes se han dado cuenta que si estás obligado a ir a un servicio
técnico oficial tendrán una importante
fuente de ingresos adicional que en
realidad es un monopolio encubierto.
De ahí que se realicen grandes
esfuerzos para liberar esos dispositivos y a sus usuarios de forma que puedan
recuperarlos y sean de quienes los compraron, que para eso pagaron un buen
dinero para poder hacer lo que les plazca con ellos.