Recientemente se están produciendo robos en cajeros automáticos mediante la instalación de software y/o hardware malicioso que hace que el cajero entregue una gran cantidad de dinero al delincuente. A este sistema de delito se le ha dado en llamar «Jackpotting».
Para manipular las operaciones del cajero y llevar a cabo un ataque de jackpot, los ladrones deben estar presencialmente en el cajero y desde allí usar
malware o productos electrónicos especializados, con frecuencia una
combinación de ambos.
Los ladrones están atacando cajeros automáticos de carga frontal, se disfrazan de técnicos de ATM y conectan un
ordenador portátil con una imagen del sistema operativo de
los cajeros automáticos junto con un dispositivo móvil al cajero
automático al que pretender atacar.
A continuación localizan un punto de conexión mediante un endoscopio a tal efecto y descargan el programa malicioso, de manera que el cajero va dando billetes a razón de 40 billetes cada 23 segundos, y así hasta quedar vacío.
Los cajeros automáticos que
todavía se ejecutan en Windows XP son particularmente vulnerables, y
se recomienda a los operadores de ATM que pasen a actualizar a una versión de Windows 7
para vencer este tipo específico de ataque.