Todos pensábamos que teniendo la aplicación de GPS de nuestro Smartphone apagada estábamos a salvo de que alguien pudiera saber nuestra localización, nada más lejos de la realidad, un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton ha descubierto, esta vulnerabilidad, para demostrarlo han creado un procedimiento que permite recoger información del móvil de elementos como la brújula, el acelerómetro o el barómetro.
La importancia de que no podamos ser localizados es más grande de lo que muchos suponemos, la ubicación está considerada como de esos permisos peligrosos que no debemos conceder a las apps por suponer un riesgo para la privacidad o seguridad.
Ciertamente desconocíamos que algunas aplicaciones que utilizan el GPS para su correcto funcionamiento, por ejemplo las aplicaciones de fitness, son capaces de activarlo de forma encubierta, es decir sin que nos demos cuenta y a partir de aquí nuestra ubicación queda expuesta.
De todas formas ahora mismo no hay forma de protegernos de esta acción que realizan estas aplicaciones. Así que si desea no ser localizado la única forma de evitarlo es no instalar dichas aplicaciones.