Descubiertas 3000 bases de datos que contienen las credenciales de inicio de sesión de 200 millones de usuarios en la Dark Web, en ellas se incluyen direcciones de correo electrónico, información personal, cuentas financieras, direcciones IP únicas, identificadores de cuenta únicos y otra información confidencial vinculada a organizaciones e individuos alrededor del mundo.
La mayoría de estas bases de datos no se detectaron antes de esta fuga, lo más preocupante es el hecho de que los datos están disponibles para que cualquier persona los descargue en un sitio web para compartir archivos y es solo cuestión de tiempo antes de que los ciberdelincuentes se apoderen de ellos y comiencen a usarlos con fines delictivos.
Tristemente esta información no se pone de manifiesto, suponemos que para no alarmar a la gente, cuando lo ideal sería que se diera a conocer de forma inmediata para que se tomasen medidas de protección urgentes, cambio de usuarios, contraseñas, etc.
El robo de cuentas es algo tristemente habitual en la actualidad. Ya sea para obtener un beneficio con su venta en la Dark Web o en otros “lugares” similares, o para suplantar la identidad de una persona en un determinado servicio, este lucrativo negocio no tiene visos de parar en los próximos años. De hecho, todas las semanas se roban 250.000 cuentas. El phishing sigue siendo tremendamente efectivo y seguimos cayendo en los engaños, aunque los agujeros de seguridad también están siendo un quebradero de cabeza.