Un ataque DDoS se podría alquiler en la Dark Web por apenas 10 dólares la hora. Recordamos al lector que este tipo de ataque consiste hacer que un servicio o recurso sea inaccesible a los usuarios legítimos de un sistema de ordenadores o red, que provoca la pérdida de la conectividad por el consumo del ancho de banda de la red de la víctima o sobrecarga de los recursos computacionales del sistema atacado.
Así mismo podemos alquilar el ataque por un tiempo mayor, por ejemplo un ataque de un día entero podría costar unos 163 euros y una semana entre 400 y 1000 euros.
También pueden adquirirse otros productos para delinquir en la red como botnets bancarias, el artífice de la botnet puede controlar todos los ordenadores/servidores infectados de forma remota, por 600 euros. O bien un kit de exploits, fragmento de software, fragmento de datos o secuencia de comandos o acciones, utilizada con el fin de aprovechar una vulnerabilidad de seguridad, por 1200 euros/mes, etc.
Sin embargo, lo más vendido son datos de tarjetas bancarias. Estos datos en muchas ocasiones los consiguen los ciberdelincuentes a través de malware. Son más baratos que aquellos datos necesarios para poder clonar una tarjeta.
Los ciberdelincuentes también venden credenciales para acceder a cuentas bancarias online a través de la Dark Web. La manera en la que consiguen los datos es, generalmente, a través de troyanos bancarios.
Incluso cuentas de redes sociales son vendidas en la Dark Web. Su precio está alrededor de los 10 euros. Cuentas de Instagram, Twitter o Facebook son las favoritas.