Tras la negativa a entregar sus claves de encriptación al tribunal
que se las requería, Rusia decide bloquear esta aplicación de mensajería,
aunque parece ser que el Gobierno Ruso ya tenía el ojo puesto en Telegram.
Esta aplicación, que tiene un seguimiento de unos 200 millones de
usuarios, vio como de repente las
operadoras rusas fueron llamadas a bloquear toda comunicación realizada por
Telegram a través de sus redes. Un bloqueo que tiene la posibilidad de
revertirse, de acceder los responsables de la aplicación a acatar la orden del
tribunal.
Pero no parece probable que algo así vaya a suceder. El CEO
de Telegram, Pavel Durov, ya ha respondido vía Twitter que «en Telegram
tenemos el lujo de no preocuparnos por las fuentes de ingresos o las ventas de
anuncios. La privacidad no está en venta y los derechos humanos no deberían
verse comprometidos por temor o avaricia».
Telegram es una aplicación y servicio de mensajería conocido
por su fuerte cifrado y sus políticas de privacidad. La petición de las
autoridades rusas, no obstante, no engaña a nadie: quieren vía libre para
monitorizar las comunicaciones de cualquier usuario -o todos- de Telegram.
Esta decisión no afectaría a ningún otro territorio. Además,
cabe recordar que Telegram no opera desde Rusia, sino desde Alemania, y que sus
servidores están repartidos por todo el mundo, pero no en Rusia.