Cada minuto se pierde cerca de 1 millón de euros en ciberdelincuencia y se calcula que 1861 personas son víctimas de estafas por internet.
De la investigación realizada por RiskIQ, a pesar de que las
empresas gastan 147.000 euros cada minuto en ciberseguridad, se pierde 1 millón
de euros por los delitos cibernéticos. Su investigación encontró que cada 60
segundos:
- 1.5 organizaciones fueron víctimas de ataques de ransomware,
con un costo promedio para las empresas de 13.000 euros. - Apareció un nuevo sitio ejecutando el script de mini producción
de moneda de CoinHive - Cuatro componentes web potencialmente vulnerables fueron
descubiertos.
También descubrió que cada cinco minutos aparece un nuevo
dominio de phishing, y cada 10 minutos se detecta un nuevo sitio que ejecuta el
script de minería de monedas cifradas de CoinHive.
En un correo electrónico a Infosecurity , el autor de
seguridad Raef Meeuwisse dijo que el cibercrimen continúa siendo una industria
rentable, y los delincuentes cibernéticos continuamente desarrollan sus
tácticas para mantenerse un paso por delante de las técnicas de ciberseguridad.
Dijo: «El cibercrimen y la seguridad cibernética
coexisten en un ciclo constante de innovación. A medida que aumenta una
tendencia criminal particular hacia una técnica particular, las funciones de
seguridad crean o fortalecen las defensas necesarias».
Sin embargo, es evidente tanto en el nivel de
ciberseguridad personal como en el de las empresas el gasto suele ser
demasiado bajo. De hecho, la mayoría de estos ciberdelincuentes no persiguen a
los objetivos difíciles que están equipados con grandes defensas, apuntan a la fruta que cuelga baja, es decir, pequeñas y medianas empresas y personas físicas, todavía hay demasiada cantidad de las mismas sin ninguna o poca protección.
Curiosamente mantiene conversaciones regulares en las que
una persona hablará de alguien que conoce que ha perdido una fortuna a través
de una estafa en línea, «pero todavía se resisten a pagar 5 euros al mes
por la seguridad del hogar».
A medida que las empresas innovan en línea para lograr
puntos de contacto más significativos con sus clientes, socios y empleados, los
atacantes se aprovechan de su falta de previsión en sus vulnerabilidades al
acceder a Internet, consiguiendo erosionar la confianza de los usuarios y
acceder a credenciales y datos confidenciales. Las empresas deben darse cuenta
de que son vulnerables más allá del firewall, en todo el Internet abierto.