Ha llegado a nuestros oídos la terrible noticia de una joven de 30 años que se suicidó tras las filtración de un vídeo en su entorno laboral. Por lo que queríamos aprovechar esta noticia para concienciar sobre los riesgos a los que te puedes llegar a exponer con el simple acto de compartir contenido íntimo a través de las redes sociales.
La noticia en cuestión trata de una mujer, madre de 2 hijos y felizmente casada, la cual grabó, cinco años atrás, un vídeo con contenido sexual explícito.
El vídeo, se desconoce cómo, se difundió de manera masiva entre sus compañeros de trabajo hasta llegar finalmente a su marido.
El viernes pasado, la situación llegó hasta tal punto de tener que abandonar su puesto de trabajo debido a una crisis de ansiedad.
Sus compañeros aseguran que ella quería que la historia pasase sin más, que la gente dejase de hablar de ello cuanto antes y que no tenía ninguna intención de denunciar los hechos. También afirman que sufría miradas de algunos compañeros de trabajo, otros que iban constantemente a verla en su puesto de trabajo, hasta que la joven fue a hablar con el departamento de Recursos Humanos.
Estos casos siempre van acompañados de malos momentos, ya que el intercambio de contenido privado e íntimo es siempre un riesgo. A pesar de que el ‘sexting’ puede resultar una práctica excitante para algunas personas es, a la vez, muy peligrosa y sus consecuencias son terribles, como por ejemplo casos de extorsión sexual o hasta tristes desenlaces como este.