Los datos de casi todos los ciudadanos de Ecuador se han
visto expuestos públicamente. Entre ellos, se incluyen los datos financieros y civiles de 17 millones de personas, de
las cuales, el 45% son menores.
La filtración se produjo a causa de un servidor mal protegido expuesto a Internet, en el que casi cualquier persona podía acceder a ellos. Actualmente, los datos ya no están disponibles gracias al
equipo de seguridad informática de emergencias de Ecuador.
En su totalidad, los datos contenían: números de identificación
del gobierno, números de teléfono, registros familiares, fechas de matrimonio,
historial educativo, registros de impuestos (incluyendo los números de identificación
de ingresos de las empresas) y registros de trabajo.
Por el momento, se desconoce cuántos de estos datos han podido ser robados y si esto provocará consecuencias en el futuro.