Clearview, una empresa
de reconocimiento facial que trabaja con los departamento de Policía de multitud de países, admitió el robo del contenido de una lista completa con los datos de sus clientes.
La empresa se convirtió en polémica
por su herramienta de reconocimiento facial que permitía a la Policía, a
partir de una foto de una persona, identificarla mediante algoritmos que cotejaban la imagen con toda la información pública expuesta en redes sociales a nivel global.
El abogado de la empresa explicó
que este robo de datos no es a causa de un hackeo, sino que es a causa de otorgar permisos a la lista de clientes a una persona no autorizada.
Dentro de esta lista tan reservada se encontraban clientes de cientos de agencias de seguridad, como el FBI o el
Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
No acaban ahí los problemas de Clearview. Facebook, Twitter, YouTube y otras redes sociales más han amenazado con emprender acciones
legales contra la empresa de reconocimiento facial si no dejan de almacenar las imágenes
publicadas en sus redes sociales, a lo que el CEO de la empresa respondió que
la recolección de fotos publicadas en Internet es completamente legal.