Una fuga de datos puede impactar sobre información sensible de la empresa pero, también, ser el preludio de futuros ataques como ahora un ransomware o un phishing. La firma de seguridad Flashpoint ha lanzado los resultados de su estudio con las cifras de la primera mitad del año.
Hasta ahora se han reportado 1980 fugas, un 15% menos que en el mismo período de 2021. Aunque parece una tendencia positiva, también puede significar que las empresas no reportan estos casos.
La mayoría de fugas, el 60%, notificadas en este período han sido a causa de hackeos. Se mantiene la tendencia de años anteriores. También destaca un 11% de las fugas, a causa de virus o fraudes. Adicionalmente, una cuarta parte de las fugas se han atribuido a algún tipo de amenaza interna, como un trabajador descontento. Entre estos casos, más de la mitad se atribuyen a errores manejando la información.
Para evitar este tipo de hechos se recomienda asegurarse que las bases de datos desplegadas son seguras y resistentes a ataques. También se recomienda utilizar programas de administración de parcheos, ya que el 60% de fugas se ha debido a vulnerabilidades en sistemas.