Un ataque de este tipo implica enviar un gran volumen de peticiones inútiles a los servidores, con el objetivo de saturar su capacidad e impedir que puedan dar su servicio. Estos ataques normalmente tratan de interrumpir los servicios de las empresas por motivos diversos.
El ataque mitigado por Akamai ocurrió el pasado 23 de Febrero y alcanzó un pico de 900 gigabits por segundo, con un total de más de 150 millones de paquetes por segundo en plazo de durante un minuto. La compañía lo detuvo correctamente, descartando aquellos paquetes maliciosos.
El anterior récord ocurrió en Europa el pasado septiembre de 2022. Aun así, el récord absoluto es un ataque masivo ocurrido en 2021 y que afectó a Microsoft. Dicho ataque alcanzó 3,5 terabits por segundo.
Fuente: Bleeping Computer