El gobierno de Estados Unidos y en especial el FBI señalan a los antivirus Kaspersky como aliados del gobierno ruso e insta a las empresas privadas que dejen de utilizarlo en sus sistemas informáticos.
La sospecha radica en el uso de códigos ocultos o puertas traseras en el software antivirus para brindar acceso al espionaje ruso.
Fuentes gubernamentales consideran a Kaspersky como “una amenaza a la seguridad nacional”.
Kaspersky asegura no tener nada que ver con el gobierno de Vladimir Putin y asegura que jamás ha ayudado, ayuda o ayudará a ningún gobierno en materia de ciberespionaje.